Luna Llena en Aries

Clímax astral de energía marcial/venusina, Aries y Libra, los signos más vinculares del zodiaco. El eje del yo y el nosotros, de imponernos y encontrarnos, de seducirnos y conquistarnos, de confrontarnos y también cedernos. Un evento que combina la libertad del aire con la pasión del fuego en modalidad cardinal: las intenciones, invocadas por las palabras, deben corresponderse con las acciones.

La Luna en Aries se caracteriza por su frontalidad y liderazgo innato, las ganas, el entusiasmo y la espontaneidad surgen naturalmente bajo su influencia. Este plenilunio nos pone en contacto con el otro, ya sea en forma de pareja o de socios. Se trata de la puja por ser uno mismo en una relación dinámica, de idas y venidas, negociaciones, retrocesos, acuerdos. ¿Qué deseo, qué no? ¿Qué cosas puedo aceptar, cuáles no son negociables? Los aspectos tensos con Marte y Plutón indican luchas de poder, manipulaciones, orgullos heridos, egos que se atraen y se repelen por igual, buscando un punto de apoyo, un terreno común, ¿una tregua o una ruptura definitiva? Una batalla de alto voltaje pasional, ya que con tales planetas nunca funciona nada a medias. Es a todo o nada.

Tomar una decisión ahora puede perturbar nuestra calma o confort, y surgen como catalizadores eventos incómodos, chances que nos empujan a entender lo que sentimos. Ojalá podamos expresarlo. Debemos ser cuidadosos en el trato con el otro, no olvidemos que aún seguimos en la temporada de las relaciones, buscamos equilibrio y armonía en ellas. Júpiter en Géminis en sextil a la Luna y en trígono al Sol impacta positivamente a nivel general, estos aspectos allanan el camino para tomar acción, mediante palabras asertivas y contactos fortuitos. Atentos a mensajes y giros inesperados, aunque también esclarecedores, que podrán a prueba nuestra generosidad, amplitud y versatilidad.

Es importante revisar el área de nuestra Carta Natal en donde tenemos a estos signos (en especial, el grado 25), qué casas se ven implicadas, qué planetas natales hay en ellas. La energía cardinal suele afectarnos en forma de acontecimientos y acciones, por lo general, apresuradas o, en el mejor de los casos, pioneras, ambiciosas. Seguramente, afloren desafíos en torno a nuestros vínculos. Dentro del conjunto también somos individuos distintos, con gustos, pensamientos y temperamentos singulares. Debemos encontrar un modo de integrarnos sin disolvernos, complementarnos sin anularlos. Que lo que somos de a dos, no nos impida ser.