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La Luna y Júpiter juntos, los dos en Leo

Hace dos días La Luna en Cáncer se unió a Venus y Mercurio, planetas personales, para favorecer todo nuestro ámbito doméstico y familiar. Ahora pasó a Leo: ¿cuál es su mensaje?


En principio, evaluemos que pasamos de una energía acuática (Cáncer), relacionada con las emociones y la sensibilidad, a otra cosa muy distinta: al calor, el entusiasmo y el despliegue que aporta el fuego (Leo). En Leo todos queremos brillar, ser felices y alegres. Pero sobre todo hacer felices y alegres a los demás, porque no hay como la generosidad leonina. Y si no lo intentamos cuando la Luna transita este signo, habremos dejado pasar una buena chance. Leo también quiere feedback, reconocimiento, estima y halago, así que no ahorrará recursos en su embellecimiento personal y aquí es donde empieza a jugar el famoso gasto (en algunos casos derroche) leonino. También consideremos que la Luna en Cáncer cerró un ciclo (al igual que hace poco Júpiter, que se fue de Cáncer): en nuestra zona canceriana de la carta natal se verá reflejada esa conclusión. Con la Luna Nueva en Leo, todo tiene el sabor del comienzo y con la Luna Llena vendrán los frutos que nos toca sembrar en estos días. De la conjunción con el Sol (identidad) en su domicilio, la Luna absorberá confianza y seguridad, pero es Júpiter (crecimiento, expansión, buena suerte) el que marca un momento clave como no sucedía en este signo desde hace 12 años.

Como combustible para este caudal ya de por sí bastante intenso, tenemos una conjunción con Júpiter, que no es precisamente un planeta al que le guste la moderación. Sumemos la cuadratura (el aporte marcial) de Marte en los primeros grados de Escorpio y tenemos un combo explosivo. Pueden explotar cosas, literal o simbólicamente. Dos energías antagónicas chocan: por una parte nuestro deseo de agradar, gustar y ser estimados (Luna en Leo) y, por otra, la necesidad estratégica, plutoniana, intensa, de adquirir poder (Marte en Escorpio).

Los romances y los niños (ambos asuntos elementales para Leo) se vuelven el centro de nuestra vida ahora. Dependiendo, claro, de la propia carta natal de cada cual. Respecto al plano amoroso, Marte en Escorpio aporta su sensualidad y magnetismo, que influirá más fácilmente en los signos de tierra y agua (Tauro, Virgo, Capricornio, Cáncer, Piscis). Estos signos van a sentir esa presencia silenciosa y poderosa, insinuante y provocativa. Es una invitación a algo nuevo, pero intenso, y como todo lo intenso, transformador. Los signos de fuego y aire estarán menos interpelados por esta energía marcial pero en cambio recibirán con más naturalidad la leonina. Es una época, y esta Luna lo reafirma, para jugar y ser un poco niños (estamos cerca del Día del Niño, que también cae bajo el Sol en Leo). Para Aries, Leo, Sagitario, Géminis, Libra y Acuario, estos tránsitos planetarios sacarán a la luz sus aspectos más lúdicos y alegres. Sin embargo, revisen sus cartas natales y presten atención a sus planetas en agua y tierra: quizás estos juegos de aparente inocencia escondan las subrepticias motivaciones que Marte inspira desde su tránsito por Escorpio.